TELENOVELAS MEXICANAS EN ESPAÑA

 


TELENOVELAS MEXICANAS EN ESPAÑA


 Serán criticadas por su contenido, porque narran historias poco creíbles, porque resulta imposible que siempre la protagonista es una mujer de escasos recursos, que acaba enamorando al galán de la historia, con el que al final se casa y hasta se da el lujo de ser feliz.

Serán criticadas por esto y por más, pero lo cierto es que México hace cada vez más acto de presencia en la televisión española, gracias a los "culebrones" (como suelen llamarles aquí) que se producen allá y cuya finalidad es, además de entretener o enajenar, ganar dinero.

Aun cuando desde hace tiempo se proyectaban en España de manera esporádica, en los últimos meses el interés de los telespectadores ha aumentado, tanto que ahora las televisoras privadas, incluso la del mismo Estado, se han dado a la tarea de importar más "culebrones" mexicanos para entretener al teleauditorio, "enajenarlo o distraerlo" de la realidad que vive su país.

 Al menos esto es lo que siempre suele decir la opinión pública, cuando Gobierno e Iniciativa Privada quieren desviar la atención de sus ciudadanos, alejándolos de la realidad política, social o económica que atraviese el país.

Sin embargo los tiempos han cambiado y las telenovelas también han tenido que sufrir sus cambios. Buenos o malos, pero su éxito sigue asegurado donde quiera que se proyectan.

De la entonces famosa "Los ricos también lloran" (que en España impactó y gustó mucho) en la que Verónica Castro era la mujer pobre y sufrida que conquistó el corazón del hombre millonario, a la no menos exitosa "Rubí" (por cierto, refrito de la historia "Yesenia"), cuya protagonista rompió los patrones de la chica abnegada para ser una persona mala y perversa, hay un cambio radical no sólo en historias, sino en esencia en si.

     Sin dejar de abordar la tradicional historia de amor, pero planteada de nuevas maneras, ahora los "culebrones mexicanos" son más "frescos" y exponen temáticas más abiertas, pero manejados de forma sutil, tomando todavía en cuenta aspectos como valores, educación y hasta religión que, por mucho que se critiquen, no se pueden desprender de la idiosincrasia mexicana.

Esta quizá es una gran diferencia que hay con España, cuya televisión en general se llena simplemente de lo que cada día se vive aquí, una realidad de matices más liberales en las que abordar el homosexualismo, lesbianismo, drogas, alcohol y sexo, son el pan nuestro de cada día, como en la televisión mexicana lo puede ser la corrupción, que también ha sido tema principal en ciertas producciones.

Mientras que un país se abordan en las telenovelas los problemas de la juventud, la desintegración familiar, la desigualdad de clases sociales y otros fenómenos, todo en torno al amor; el otro país no se inmuta (ni tendría por qué hacerlo) en plantear abruptamente en sus programas de ocio, o en los famosos "platós" -que son los que más se producen- temas como el homosexualismo, lesbianismo, drogadicción, sexo, infidelidad y hasta prostitución.

Pero México tampoco se exime de padecer en su misma televisión este tipo de situaciones. Los aborda, pero simple y sencillamente de forma más sutil.

Con estos antecedentes, llegan pues a la televisión española dos nuevas producciones mexicanas (una con éxito probado en Andalucía), que este lunes 26 de junio se estrenan con bombo y platillo en la programación de Antena 3, a partir de las 16:00 horas.

Se trata de "Rebelde"  y "La fea más bella". La primera, éxito garantizado en México luego de dos años de proyección, que culminó con la formación de un grupo musical con su mismo cuadro de actores. La segunda, aún en transmisión en nuestro país, una parodia muy al estilo de Angélica Vale sobre "Bety la fea" y considerada "divertida y muy buena".

La temática de ambas historias se tiñe de diferentes matices, porque sus contenidos así lo ameritan y si algunos las llegan a considerar "culebrones enajenantes" que reflejan la realidad de un país, también podrían cuestionar las creaciones españolas que cada vez son el vivo reflejo de una sociedad que mentalmente se empobrece más.

 por Margarita Morales
Periodista

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